«Entre guajolotes y apuestas: ¿Y el deporte, apá?»

Bien decía la tía Lancho mientras desvenaba chiles secos con una mano y le pegaba al nieto con la chancla en la otra: «Mire, mijo,
Bien decía la tía Lancho mientras desvenaba chiles secos con una mano y le pegaba al nieto con la chancla en la otra: «Mire, mijo,