El senador panista Fernando Herrera Ávila señaló que para detener la corrupción que se da entre empresas extranjeras que invierten en México y las autoridades federales, estatales o municipales, es necesario fortalecer el Código Penal.
El coordinador de Acción Nacional en el Senado de la República aseguró que el combate a lo que llamó como corrupción extranjera debe darse en los diversos sectores, como el minero, la construcción, el de transporte y las telecomunicaciones.
“Se debe fortalecer el código que tipifica cada delito para que quien cometa actos de corrupción vaya a la cárcel, pero sobre todo, que quienes ejecutan este tipo de actos sean sometidos a la acción judicial y cumplan su pena, porque ni decenas de leyes anticorrupción servirán tanto como cumplir con el castigo”, expresó Herrera Ávila
En ese sentido, reconoció que a México se le ubica con los países que no están haciendo prácticamente nada para combatir este cáncer, por ello el Congreso de la Unión tiene la facultad para ser contrapeso de los actos del Ejecutivo y evitar la comisión de actos de corrupción.
El legislador por Aguascalientes agregó “nuestro país, conjuntamente con España, Argentina, Brasil, entre otros, son identificados por no combatir este tipo de corrupción que resulta evidente. De cuatro grupos de países miembros de la OCDE, México se encuentra ubicado dentro del que no le interesa combatir este tipo de corrupción internacional de grandes corporaciones que corrompen para obtener contratos millonarios”.
Asimismo, identificó al exceso de regulación como un poder artificial de la burocracia, que por ella misma crea esas condiciones. Añadió que la falta de transparencia es la que alienta los actos de corrupción, dentro de los cuales se ubican en mayor medida las regulaciones ambientales, de protección a la salud, barreras al comercio internacional, de normas técnicas oficiales, entre muchos otros.
El representante popular manifestó que las reglamentaciones son buenas intenciones que llevadas al extremo generan el ambiente propicio para desarrollar e incrustar la corrupción, además de restar flexibilidad y creatividad a las ofertas de servicios o productos ofrecidos.
“Así, la corrupción internacional, tiene un gran atractivo para quien recibe el soborno, sobre todo por encontrarse alejada del país de origen”, concluyó el senador blanquiazul.